Novelando el desarrollo de un hipotético periódico, el texto pone de manifiesto el uso malintencionado de la prensa, como instrumento de coacción y extorsión. Nada nuevo bajo el sol. Sin más que echar un vistazo a la parrilla diaria, el panorama resulta evidente y aterrador.
El autor se despacha con algunas frases memorables, que destacadas en la portada junto con unas notas de Roberto Saviano me animaron a echarle un vistazo.
Junto a las terrorificas conversaciones entre el equipo de editores/redactores, de una manera un tanto artificiosa, el texto añade todo un relato sobre grupos como Stay-Behind y la Operación Gladio conectados con episodios históricos como el secuestro y asesinato de Aldo Moro, o con la hipotética resurrección de Mussolini, atribuyendo todo esto a las acciones de la OTAN y EE.UU para combatir durante la Guerra Fria, hasta el punto de afirmar que las Brigadas Rojas serían un producto de los servicios secretos americanos.
Esta parte, si bien interesante, se hace sin un desenlace evidente, por lo que no resulta claro si lo que pretende el autor es ilustrar la aplicación de las tecnicas descritas, aportar luz a estos hechos históricos o simplemente completar 200 páginas.
En fin, aquellos que quieran profundizar en estos temas, pueden echar un vistazo a textos como El conocimiento Inutil, de Jean F. Revel, donde se ponen de manifiesto la larga tradición maniqueista de los medios y sus usos en la guerra fria, en este caso por parte del bloque socialista.
Como últimos comentarios decir, que por un lado se lee rápido, pero por otro, la sensación que me quedó es que el autor podría haber contado lo mismo, en un 10% de las páginas. Exactamente igual que cuando leí El Nombre de la Rosa.
Interesante, pero más por breve que por revelador.
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