Cuidada edición, a manos de la Editorial Siruela, de una de las referencias más populares del suizo Robert Walser. El autor recobra notoriedad por la reciente edición en castellano de sus Bleistiftgebiet o microgramas, que completa su aura de autor ¿maldito?, que acabó sus días en un sanatorio mental.
Pero lo cierto es que más allá de esta peculiar obra, Robert Walser es autor de un conjunto de obras destacadas como El Paseo o Berlin y el Artista. En el caso particular de El Paseo, el escritor nos relata una de sus caminatas rutinarias, siguiendo un estilo que me resulta confuso.
Por un lado, el texto recoge detalles propios del entorno y la naturaleza que envuelve el divagar sin rumbo del autor, con menciones cercanas al costumbrismo.
Pero a la misma vez, el autor incluye algunos de las reflexiones que le asaltan durante su paseo. Y estas últimas, parecen apuntar a la fragilidad mental que finalmente condujo a su confinamiento.
Y es que, a lo largo de una jornada itinerante, Robert Walser ajusta cuentas casi con todo el mundo, saltando de amargas quejas y reproches a almibarados comentarios de halago, educados hasta el extremo y todo esto sin solución de continuación.
Por lo que a mí respecta, la parte costumbrista es agradable y nos retrotrae a otros tiempos, mientras que los oprobios me parecen fuera de contexto.
En cualquier caso, como experiencia literaria, resulta interesante, aunque a ciencia cierta, no para todos los públicos.
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