Mis lecturas dentro de la categoría de fantasía y ciencia ficción son limitadas. Solo atiendo referencias de algunos amigos o recomendaciones que encuentro en prensa. Gracias a una de estas, me adentré en la lectura de Elantris, referencia clásica de la literatura fantástica.
Lo cierto es que, ya sea porque voy recuperando interés en la lectura en general, por tratarse de la versión en español, por la calidad de la obra, o mas probablemente por una combinación de todos estos factores, me leí Elantris en los cuatro últimos días de 2021.
La edición, que corresponde con la definitiva del autor Brandon Sanderson, la compré en mi último viaje a Madrid, junto con algunas otros títulos como Tuf Voyaging o Dying of the Light, ambas del celebrado George R. R. Martin. Así que es posible que en breve otras reseñas en este blog se ocupen de ellas.
Volviendo a la obra, me ha resultado interesante, aunque quizás no por los motivos obvios. En primer lugar, el texto realiza un disección psicológica de los principales personajes, resaltando las relaciones políticas de la clase dominante, el liderazgo capaz de reconstruir la grandeza y las ambiciones de la lucha por el poder. Y todo esto, en un contexto dinámico que aporta realismo a los personajes, aunque en justicia, en una ventana de tiempo poco realista para cambios de la magnitud resaltada.
Esto se cocina a fuego lento durante los primeros dos tercios de la obra, enganchando al lector mientras se enhebra la trama, organizada en tres líneas diferentes, que confluirán llegado un punto. Esta primera parte de la obra es, a mi parecer, la mejor. Lo que es un tanto decepcionante es el batiburillo final, que sin llegar a decepcionar, hacer pensar sobre la dinámica creativa y la economía de la producción literaria.
Por un lado, comenzando con la economía de la literatura, parece como si el autor súbitamente, se diese cuenta de que "se le pasa el arroz" y ¡tachan!, en una serie de sucesos ciertamente suficientemente conectados, se produce un desenlace listo para sacar del horno y publicarlo.
Y, creedme, mientras leía, no podía dejar de pensar en George R. R. Martin, que no admite presiones de nadie y ahí lo tenéis aun trabajando en su A Song of Ice and Fire.
Por otro, en ese último tercio final, el autor introduce una serie de líneas narrativas que bien podrían haber dado para unos cuantos volúmenes y que sin embargo, apenas son utilizados para introducir, matar o resucitar a personajes y llevarles a empujones a un final predecible desde bastantes capítulos antes del final. Que duda cabe, el lector se podría sentir maltratado, y reclamar con justicia un poco más de cariño.
Finalmente, otro aspecto que he encontrado destacable es lo poco que se ha explotado el aspecto fantástico de la obra, pasando muy por encima, a mi parecer, con los elementos fantásticos. Estos adecuadamente explotados podría haber dado mucho juego, ni que decir tiene, obras derivadas.
En cualquier caso, se trata de una obra ciertamente recomendable, entretenida y a recordar. Creo que puede servir sin duda para la iniciación de la muchachada o incluso para versiones cinematográficas o novela gráfica (por cierto, no he comprobado si existen).
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