"Los gatos son perros y los conejos también,
pero las tortugas son insectos y viajan gratis"
Grata sorpresa en mi primera lectura de un título del famoso científico Freeman Dyson.
Y es que, tras acabar mi últimas lecturas, echando un vistazo a las que tengo pendientes, encontré El Científico Rebelde y a pesar de mis reticencias iniciales, le di una oportunidad. Debo aclarar que las reticencias eran debidas a encontrarme un tanto débil en términos de salud y no estar seguro de poder digerir un texto que asumía denso.
Pero lo cierto es que como descubrí nada más empezar, se trata de una colección de artículos y revisiones bibliográficas o textos de preparación de conferencias, que como denominador común exigían al autor cierta amenidad y extensión acorde. La mayoría de los textos habían aparecido en el The New York Review.
La obra se estructura en cuatro secciones en los que se abordan temas candentes de la ciencia actual, la guerra y la paz, la historia de la ciencia y los científicos, y ensayos personales y filosóficos. El libro, que contó con una revisión en 2006, muestra a un Dyson con una dilatada experiencia vital, pero al orden del día.
Tanto por los temas abordados como por las opiniones vertidas, el texto es de una rabiosa actualidad, en estos momentos en los que la invasión de Ucrania por Rusia, trae de nuevo el conflicto intelectual y filosófico sobre guerra, o que disciplinas como inteligencia artificial reabren el debate de la ética en la ciencia.
Descubro en Dyson es un intelectual preocupado por la distribución de riquezas, la acumulación excesiva de poder en las empresas y su cortoplacismo, o ese liberalismo injusto para aquellos que parten de una situación en desventaja.
En base a su historia personal y lo que he podido extraer de la lectura, tengo la impresión que creía firmemente en la labor que los intelectuales pueden jugar asesorando a un gobierno y controlado por la sociedad civil.
En sus escritos sí que deja meridianamente claro la necesidad de impulsar la ética profesional para limitar las areas de investigación y alcanzar acuerdos para establecer multilaterales que limiten el desarrollo de armas o investigaciones de riesgo.
La sección correspondiente a la guerra y la paz incluye algunas reflexiones muy interesantes sobre la II Guerra Mundial y la estrategia militar, fruto de la lectura del libro Armagedón: La derrota de Alemania 1944-1945 de Max Hastings.
En cuanto a los alegatos pacifistas, son meritorios las menciones a aquellos que mantuvieron su postura pacifista, llevándola al extremo con éxito, como por ejemplo los ciudadanos del pueblo Le Chambon, Leo Tolstoi o Norbert Wiener.
Junto con esta sección, la correspondiente a la historia de la ciencia y los científicos ha sido la que más me ha gustado. En esta parte destacaría en especial el capítulo dedicado a Isaac Newton o la revisión del libro donde se analiza cómo siguiendo caminos distintos, Einstein y Poincaire llegaron a la misma formulación de la Teoría de la Relatividad.
Como he comentado, los artículos son revisiones de textos sobre científicos o historía de la ciencia, por lo que un subproducto interesante es la cantidad de obras que descubro, y que durante la lectura he ido añadiendo a mi lista de lecturas futuras. En definitiva un texto muy interesante y ameno.
Recomendable.